viernes, 28 de mayo de 2010

Stress Bursátil

He estado haciendo seguimiento a los movimientos de algunas bolsas de valores internacionales, principalmente en USA y Europa. Desde finales del 2008 he visto los altos y bajos (sobre todo bajos!) de la mayoría de las acciones que en estas se cotizan debido a la crisis global.

He leído innumerables artículos en las principales revistas y prensa especializadas donde se habla sobre la fortuna que perdieron millones de personas que confiaron en firmas especializadas y fondos de inversión manejada por gente “supuestamente” honorable con IQs y títulos que no cabrían en currículos convencionales. Personas que colocaron todos sus ahorros de 10, 15 y 25 años y en un abrir y cerrar de ojos perdieron todos sus fondos en cuestión de meses.

Como todo en economía, una de las cosas más importantes es el poder retomar la confianza en las instituciones financieras y en las autoridades de contraloría, para que “colapsos” financieros de esta magnitud no vuelvan a suceder y los ahorros de los inversionistas no se “evaporen” en cuestión de minutos.

Entiendo que cuando uno decide entregar sus fondos a una compañía especializada para que los administre, existen variables y factores difíciles de prever que pueden afectar una acción, un portafolio de inversión o una bolsa completa. Una posible guerra entre las Koreas, la deuda de Grecia, Portugal o España, un crecimiento exagerado de una compañía exitosa (por ejemplo Crocs) pueden ser causales de caídas de diversas bolsas internacionales.

Pero que intencionalmente, un grupo de personas, liderando grandes compañías (Madoff, Stanford, etc) malintencionadamente, roben, engañen y mientan a personas que confiaron en la robustez del sistema y de esas empresas, no puede ni debe ser permitido en el futuro.

La cárcel no les devolverá a esas miles de personas sus ahorros, deben crear urgentemente mecanismos de auditoría y control para que estos desfalcos no vuelvan a ocurrir.

Carlos

jueves, 20 de mayo de 2010

Experiencias Multiculturales

Un gran amigo europeo, gerente general de una importante empresa trasnacional, me comentaba en un almuerzo sobre qué era lo primero que le explicaba a sus colegas expatriados cuando llegaban por primera vez a Venezuela a liderar equipos dentro de su compañía.

Les decía: “entiendan que ustedes están llegando con un paradigma completamente distinto de cómo se vive (y gerencia) en este país, cuando ustedes salen al trabajo en Londres, NY, Paris o Milán, no están preocupados por que el Metro no funcione, o por que el autobús no llegó, que te roben el celular o que no haya insumos en el hospital donde está tu hijo. Ellos (nosotros los venezolanos) están bajo un stress constante que para nosotros es muy difícil de entender. Así que antes de cuestionar el trabajo o estado de ánimo de alguno de ellos, tienen que intentar comprender el entorno y las circunstancias en que estas personas están sumergidas y luego buscar como potenciar sus habilidades a pesar de estas circunstancias… ”

Sin duda alguna, esta aparente pequeña observación, puede llegar a ser la diferencia entre un gerente promedio y un excelente líder.
Gerentes con sensibilidad y sentido común pueden llegar a hacer la diferencia en una organización, no importa el tamaño que tenga.
Carlos.